La idea de cultura en Outer Wilds

 (El presente texto cuenta con spoilers y elementos que podrían estropear la experiencia del título)


Introducción.

    Sumergido en décadas de herencia arcade, el videojuego se ha manifestado a ojos del gran público como un medio inerte al mensaje, un juego donde la diversión, el entretenimiento y la competición lo copa todo. Ese juguete electrónico evoluciona y con el su mensaje, no obstante, no necesitábamos de la llegada de los 16 bits para encontrar una profundidad narrativa en el videojuego, pues una lectura del videojuego desde su contexto nos permitiría identificar desde sus primeros estertores un mensaje subyacente, ya fuera sobre el contexto histórico o sobre ciertos aspectos culturales del país. El espíritu kawai que rodea a los personajes del videojuego japones o la predominancia de la actividad bélica y la temática espacial en las obras de Taito tan solo comprensible en un mundo alimentado por la ciencia ficción y la carrera espacial. El videojuego desde sus inicios tiene un mensaje, ya sea de forma directa o indirecta, y por lo tanto, actúa como medio de expresión.


    Evidentemente, con el paso del tiempo y la acumulación de experiencia, el videojuego madura, procede a jugar con sus formas, a entenderse a si mismo como un medio de expresión, un medio más definido por la interactividad que por el estado de victoria y derrota o los sistemas de puntaje. Dentro de esa nueva comprensión del medio, el videojuego se atreve con otras formas de trabajar sus mensajes, comenzando por una exposición narrativa que engloba el título y actúa como una escusa para justificar el gameplay, y acabando con la unificación del mensaje y mecánica.


    Es aquí donde entra Outer Wilds (Mobius), título asociado al género de la exploración, donde el objetivo reside en explorar un basto sistema solar en pos de investigar una extinta raza. El título nos presenta a nosotros como parte de una raza alienígena, los lumbreanos, quienes se encuentran en una fase relativamente madura de la exploración espacial. Alimentados por la curiosidad científica y arqueológica hacia la extinta raza nomai, Lumbre ha formado un escuadrón de investigación espacial formado en diferentes ramas cuya finalidad es explorar el gran espacio. Sin más herramientas que nuestra nave, un rastreador de señales acústicas, una sonda y nuestro traductor nos embarcaremos en un complejo sistema solar con la finalidad de conocer más sobre sus planetas y los restos dejados por la cultura nomai. Un título no-violento donde nuestras herramientas hablan más sobre como ambas culturas conectan que sobre las diferencias que pueden existir entre ambas. Outer Wilds es un título sobre lo que nos une, sobre lo que nos define como civilización, sobre la ciencia, la antropología, la historia, la arqueología, el arte, la música… y como tal, nuestras únicas herramientas obedecen a su investigación. No es casual que la más utilizada sea un traductor automático. En definitiva, Outer Wilds habla sobre la cultura.

 

Objetivo.

    Partiendo de que Outer Wilds es un videojuego de exploración donde sus mensajes y narrativas son extraídos a través de nuestras capacidades para interpretar el medio, podemos entender que el título llegue a poner énfasis en crear un mundo consistente, un mundo creíble en los fundamentos que guían sus relaciones sociales, anhelos y complicaciones. Es por ello que un estudio de la cultura a través de Outer Wilds puede ser plausible; planteándonos para ello cumplir dos objetivos: identificar en primero lugar los rasgos clave que definen una cultura, y en segunda instancia descifrar que entiende Outer Wilds por cultura y como lo aborda. Ambos objetivos nos permitirán además enfatizar la importancia que posee el videojuego como medio de expresión.

 

    Para alcanzar este objetivo llevaremos a cabo en primera instancia un somero estudio del concepto de cultura y sus rasgos definitorios. Con los resultados de este proceso en mano trataremos de identificar que elementos en Outer Wilds pueden ser indicativos de una cultura, analizando las capacidades del videojuego para plasmar estos rasgos en el título, sus características y cohesión. Para ello repasaremos diferentes manifestaciones y características presentes en los dos grupos sociales representados por la obra, nomais y lumbreanos. Una vez tengamos el resultado de este proceso, podremos llegar a conformar un marco relativamente sólido por el cual responder los objetivos planteados.

 

Un intento de definición de cultura.

    Definir cultura es un asunto peliagudo cuanto menos, un concepto que nos ha acompañado siempre, pero cuya acepción confunde entre el intelectualismo burgués y revisiones nacionalistas decimonónicas. No obstante, un punto en común recogido por buena parte de los estudios del término identifica la cultura como la unión de un conjunto de conocimientos, costumbres y expresiones artísticas, científicas lingüísticas, materiales… adquiridas por los miembros de la sociedad. Un ejemplo de ello es la idea sostenida por Durkheim, quien interpretará la cultura como un conjunto de manifestaciones colectivas compartidas por el conjunto de la sociedad. Asi mismo introduce el concepto de código asociado a la cultura, el cual hace referencia a una suerte de estructuras que marcarían los modos de vida de aquellos sujetos que se corresponden a dicha cultura, influyendo tanto en las actividades como en las diferentes manifestaciones de los sujetos adscritos (Murguía, 2002: 92). De una manera más abstracta, Levi-Strauss nos presentaría la cultura como un conjunto de símbolos dispuestos para ser descodificados por la otredad, otro sujeto perteneciente a la misma cultura cuyo conocimiento le provee la oportunidad de descifrar dichos símbolos. Es el conocimiento y manejo de los símbolos el que define la capacidad de comunicación, creación e interpretación dentro del marco cultural correspondiente.  En este sentido Levi-Strauss nos presenta un concepto más abierto y flexible del concepto en tanto en cuanto puede ser utilizado para el estudio de grupos culturales no adscritos a barreras políticas o cuya naturaleza se escape de las percepciones más clásicas del término.

 

    Una cualidad de este conjunto de códigos, estructuras, símbolos o manifestaciones es que pueden ser fabricadas, heredadas, aprendidas, modificadas, compartidas y transmitidas por el conjunto de la sociedad, así como entre sociedades. Si bien, el nacionalismo ha tendido a transmitir la idea de la cultura como un conjunto de rasgos estancos en un territorio político, dichos códigos deben interpretarse como elementos volubles, siempre dispuestos al cambio y la reinterpretación, en tanto en cuanto su supervivencia depende de la reproducción, aunque para ello deban superar los límites del espacio (la barrera política) y el tiempo (la barrera generacional). Richard Dawkins interpreta la cultura como estructuras vivas, donde el meme, unidad básica de información cultural, es transmitida por el ser humano (Dawkins, 1993: 331) y heredada, permitiendo la pervivencia y supervivencia de la misma. Ahora bien ¿cómo se transmiten y modifican dichos códigos? Taylor destacaría el rol de la sociedad como marco de referencia desde el cual todo individuo adquiere aquellos principios citados como propios de la cultura (Bueno, 1996:134-114). Así pues, mecanismos como el lenguaje, la manifestación material o la educación, permiten una comunicación directa entre el símbolo y el sujeto social, quien adquirirá las herramientas para la descodificación y por ende, procederá a actuar como propagador de dichos códigos. Es a través de la interacción donde el código se expondrá a ser modificado y replicado, dando lugar a la pervivencia de una cultura, la cual, nunca podrá ser entendida como estanca en el tiempo, pues siempre está expuesta a ser modificada y transmitida. Ortega y Gasset hablaba sobre el rol de los usos sociales en nuestro actuar en sociedad. Estos se trataban de una serie de costumbres y actuaciones aprendidas y normalizadas por el sujeto donde la identificación, repetición e inclusive presión social eran clave para asegurar su replica y repetición (2016:221-247).

    Todos estos términos y percepciones del concepto nos llevan a interpretar la cultura como un amplio conjunto de manifestaciones materiales, sociales y espirituales compartidos por un grupo social que actuará a las veces de propagador y constructor de nuevos símbolos, dándonos una imagen vivaz e incluso flexible del concepto. No obstante, esta flexibilidad nos será de suma utilidad a nuestros motivos, en tanto en cuanto facilita la extrapolación a grupo humano ficticio como es el tratado en este texto.

 

Las manifestaciones culturales en Outer Wilds.

    Una vez hemos tratado de entender como funciona el concepto nos preguntamos ¿cómo entiende la obra estos símbolos y su funcionamiento? Pues no hay que esperar mucho para ver los primeros elementos, una vez abres los ojos te encontrarás con una hoguera, hoguera que siempre estará presente allá donde encuentres a un explorador. Dichas hogueras parecen que cumplen un rol esencial en la cultura lumbreana, nombre derivado del nombre del planeta Lumbre, el cual a su vez hace referencia a la propia idea de hoguera. Y es que tal como podremos apreciar, Lumbre se haya repleta de árboles, arboles que compondrán gran parte de la arquitectura del lugar, hasta el punto que serán la materia principal de nuestra nave y nuestros instrumentos. Evocando a los primeros emigrados estadounidenses, los lumbreanos han construido toda una cultura material en torno a la madera, permeando todas las capas de su cultura. 

   

    La tradición también tiene su hueco en Outer Wilds. El primer personaje que ante nosotros se halla nos hablará de una curiosa tradición, todo aquel piloto que vaya a comenzar su peregrinaje dormitará la noche antes del despegue bajo las estrellas. El aspecto a destacar de esta tradición se halla en la importancia que este tiene para el grupo lumbreano y la reproducción del mismo a través de los canales lingüísticos, en tanto en cuanto nuestro contacto con el mismo y su obvia replica se halla suscrito a la transmisión oral por parte del resto de miembros. 


    Antes de abandonar Lumbre nos harán entrega del traductor, este mecanismo nos permitirá traducir los textos nomai grabados en murales e instrumentos de reproducción. Un rasgo que podemos apreciar en la escritura nomai es la curiosa forma en la que esta se desarrolla, más allá de replicar formatos lineales, el estudio ha optado por adoptar un sistema de escritura en espirales, donde la respuesta a las mismas se forma a partir de espirales secundarias que aparecen de estas. De esta forma, una conversación común nomai se mostrará como una preciosa amalgama de espirales de profundo significado para sus gentes. De esta escritura destacaremos dos rasgos, por una parte, se trata de un formato de escritura puramente social, en tanto en cuanto la lógica de las espirales obedece a la respuesta entre sujetos, mientras que por otra parte destacaremos las diferencias estilísticas dentro del registro al que tenemos acceso. De la misma forma que la escritura de un adulto goza de un estilo propio y cierta tendencia a la cursiva, la letra de un infante tendera hacia la torpeza estilística. La escritura nomai sufre de la misma problemática, a la elegancia del trazado adulto, los niños nomai mostrarán una letra torpe y titubeante, dando pie a entender que su escritura requiere de cierta maduración y dominio para esbozar tales magníficas formas. Lo más interesante de estos rasgos es que evidencian la importancia de la escitura en Outer Wilds, pues su sistema, además de contar con reglas únicas contextualizadas, actúa como un sistema integrado en las formas en las que se relacionan los propios nomai, desde sus discusiones y debates hasta los grabados en la escuela de Hondonada Frágil (uno de los planetas del título). Sin embargo, detengámonos aquí un momento; como podremos apreciar, estos símbolos tan solo podrán ser desencriptados a través del traductor, es decir, a través del conocimiento de la lengua, o lo que es lo mismo, el dominio de un conocimiento básico de sus símbolos y cultura como para identificar el valor de los mismos. Este aspecto no es baladí, pues tal como definíamos antes, la cultura la componen una serie de símbolos compartidos por una serie de sujetos sociales con capacidad para descodificarlos, y por ende con capacidad para heredarlos y transmitirlos. En este caso el lenguaje ocupa un lugar clave, pues tal como podremos apreciar en el título, las costumbres, tendencias humorísticas y saberes nomai nos son percibidos a través del lenguaje, lenguaje que tan solo podremos descifrar a través de la comprensión de sus normas, o lo que es lo mismo, a través del traductor.  Esto nos lleva a interpretar el traductor como una herramienta clave que nos conecta a su cultura, una vía de descodificación que nos permite entendernos dentro de unos mismos códigos y símbolos.


    Una vez prosigamos con el viaje encontraremos numerosos asentamientos, los cuales, al contrario que la arquitectura lumbreana, se hallan construidos en una suerte de arcilla, con formatos ligeramente racionalistas y pequeñas ventanas de rejillas geométricas. Estas formas geométricas parecen ocupar una posición relevante en la cultura nomai, puesto que en muchas de sus cerámicas y pinturas encontraremos patrones con tendencias a la geometría. Sus pinturas, expuestas a través de murales que ocupan posiciones clave en el urbanismo nomai, serán a su vez realizadas con pigmentos que nos recuerdan a los frescos románicos. Estas pinturas al igual que el caso románico obedecen al hieratismo y a funciones formativas e históricas, utilizada en la mayoría de casos para registrar localizaciones y sucesos clave en la sociedad nomai, no obstante, al contrario que el ejemplo románico, la pintura nomai abandona toda jerarquía compositiva, reforzando una vez más esa idea de comunidad cooperativa que sus textos se esfuerzan por reflejar.

 

    Otro elemento de interés que encontraremos en nuestro viaje serán las esculturas, las cuales, aunque escasas, reflejan un gran trabajo en el arte de la sustracción y el busto, presentándonos una gran capacidad para abordar el realismo con el que esbozan los rostros nomai.

 

    La música también ocupará un gran lugar en el mundo de Outer Wilds, y aunque no me voy a detener mucho en este aspecto, pues carezco de conocimientos en teoría musical, el juego se ha esforzado en mostrar claras diferencias entre las tipologías instrumentales dominadas por sus razas. Ejemplo de ello es la conexión que existe en los lumbreanos y sus instrumentos. Este rasgo se manifestará a través de dos elementos clave, el rol de detector de ondas en nuestro viaje y la conexión existente entre nuestros compañeros de viaje y sus instrumentos, quienes siempre encontraremos haciendo uso de los mismos. En oposición al vacío cósmico, la alegre sintonía de nuestros hermanos lumbreanos nos evocarán una serie de amigables sensaciones: la compañía, el hogar, la nostalgia... un conjunto de sentimientos que logran lo impensable, hacernos partícipe de una comunidad a través de sus notas.

 

    Y si bien, muchos otros son los rasgos que Outer Wilds se esfuerza por manifestarnos de las culturas lumbreana y nomai, cerraré el apartado con un último aspecto, el mito. Para Durkheim el mito era fruto del conjunto de representaciones colectivas utilizadas para ordenar el mundo de una sociedad, o lo que es lo mismo, el mito otorga sentido a una sociedad, actuando de guía en las acciones y moral de la misma (Murguía, 2002: 95). El mito actúa como una suerte de marco o referencia sobre el cual se construyen y reproducen toda una suerte de acciones representativas de la cultura, ya sea el mito del pecado original en la idea de la culpa judeocristiana o los mitos creacionistas en la cosmovisión de las diferentes religiones y culturas existentes. Y aquí Outer Wilds no se siente ajeno, conforme viajemos por su sistema solar nos encontraremos con múltiples referencias al llamado Ojo del universo, un acontecimiento cósmico que guio a los nomai hacia dicho sistema solar. Una vez asentados, la idea de conocer y alcanzar el ojo guiaría la fundación de sus ciudades, marcaría el rumbo de su sistema educativo, actuaría como eje de lo más parecido a una religión que encontramos en Outer Wilds e incluso marcaría todo su progreso tecnológico. Los nomai de Hondonada Frágil y Gemelo Brasa vivirían por y para alcanzar el ojo. En este sentido la idea del ojo del universo, una señal sumamente frágil que guiaría una raza científica y exploradora a visitar el sistema solar, daría pie a la creación de toda una cultura y civilización. Si tenemos en cuenta que la existencia del ojo es desconocida para el resto de clanes nomai y que por contra, esta ocupa un lugar clave en las obras y pinturas del clan nomai que ocupa el sistema solar, podemos deducir que el descubrimiento del ojo ha supuesto un elemento clave fundacional en esta nueva cultura nomai, una cultura cuyos rasgos se evidencian diferentes a las de sus hermanos repartidos por la galaxia.

 

Conclusión ¿Qué nos dice Outer Wilds sobre la cultura?

    Tal como hemos podido apreciar, la obra comprende toda una plétora de características asociadas a los dos principales grupos sociales. Gracias a las características que definen el título, véase  la sustracción de la narración directa y el predominio de la exploración como medio para la superación del reto, procedemos a realizar una suerte de actividad arqueológica y antropológica que nos pone en contacto con una serie de manifestaciones que podemos interpretar como propias de una cultura.

 

    Como hemos podido apreciar, los esfuerzos del título por transmitir una idea de cultura giran en torno a la cohesión social. Para Outer Wilds una cultura es un conjunto de manifestaciones lingüísticas, sociales, pictóricas, textiles, arquitectónicas etc. Que definen a los miembros que comparten un grupo social. No obstante, tal como hemos venido diciendo, el título nunca construye su idea en torno a la oposición nomai-lumbreano, para Mobius la cultura no se conforma en torno al exterior constituyente, sino a los elementos que unen a sus individuos. Una vez los dos grupos en los que se dividieron los nomai logran asentarse, se unifican en pos de iniciar un objetivo nuevo, llegar tanto a la luna cuántica, un misterioso satélite que vagaba por el sistema solar y que marcaría otro de los mitos fundacionales de la cultura nomai como al citado Ojo del Universo. Así mismo, el hecho de que nuestra herramienta principal sea un traductor y no un arma como venía siendo tradición en el videojuego dice mucho de como Outer Wilds entiende las diferencias, en lugar de dañar, el traductor une, nos permite descifrar los símbolos que en su momento unieron a los nomai en una sola cultura, y gracias a ello nos permite conectar con su cultura. Así pues unidos por la mano del tiempo y el progreso, nomai y lumbreanos se disponen a alcanzar el ojo del universo. 

 

    En este sentido, Outer Wilds, nos ofrece una perspectiva idílica y científicamente sólida de la cultura. Es a través del conjunto de rasgos interconectados y contextualmente bien situados donde Outer Wilds interviene en el debate público, reflejándonos la idea de cultura como una suerte de manifestaciones creadas, compartidas y legadas por un grupo social. Esta cultura es fruto del contexto, las influencias materiales e históricas vividas por el grupo, cuyos sujetos adoptarán los rasgos propios de su cultura por influencia del mismo y modificarán sus rasgos en relación a la experiencias y contextos vividos.

 

Bibliografía.

Ortega y Gasset, J. (2016). El Hombre y la gente. España. Biblioteca nueva.

Murguía Lores, A. (2002). Durkheim y la cultura. Una lectura contemporánea. Sociología, vol 17, Nº 50. 83-102 pp.

Alvarado Borgoño, M. (1994). Notas sobre el concepto de cultura popular: en torno a las formulaciones y a la unidad del concepto. Aisthesis. N° 27. 57-80 pp.

Bueno, G. (1996). El mito de la cultura. Barcelona. Editorial Prensa Iberica.

Dawkins, R. (1976). El Gen egoista. Las bases biológicas de nuestra conducta. Bruño.

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